sábado, 23 de octubre de 2010

Mi Destino

Mis ojos juegan con tus cabellos
que se enredan acariciando al viento
y mi tacto, a la distancia,
siente la tersura de tu piel.

El sol del mediodía te fluye
como irradiando pureza
y eres el sol que alumbra la vida.

Y el horizonte...
Que próximo nunca llego a abarcar
se dibuja en tus contornos dorados.
Mariposa en vuelo, destello
del motor universal
que arrancas mi destino.
Y señalas el norte
siempre,
siempre más allá.

martes, 21 de septiembre de 2010

Naufragar

Nunca imaginé un naufragio.
Nunca imaginé
que la nave en que me embarcara
me dejaría flotando a la deriva
en la inmensidad amarga
de las lágrimas del mar.
Inútil sobreviviente
me ahogo en las mareas.
Mis fuerzas de mar y mar
me abandonan de repente.
Algo rompió la quilla de mi nave...
no la vi hundirse en lagrimas marinas,
no la vi desplomarse
ni la escuché quejar.
Solo se alejó, como si tal cosa
dejándome solo
en el medio del mar.

miércoles, 11 de agosto de 2010

TRISTE OTOÑO VALLETANO


( Otoño  de  1.994 )
La estúpida rueda de los sueños
se arremolina en mi subconsciente,
cuando surcando las largas alamedas
mi cuerpo se contrae...
Y mi alma, sin embargo, languidece...
Rodando cuesta arriba
a través de la vida, el camino del ser.
De pronto, el certero conciente
divide cual flechazo mi espíritu en dos
cuando las alamedas como lanzas
se alzan amenazantes
cerrando sendos flancos de mi yo...
Un yo desmembrado y repartido,
entre las chacras
hediondas de manzanas putrefactas y...
Marchitas hojas teñidas de ocre otoñal.
En ese instante...
“arriba mío”, se arrastra sobre el valle
un espíritu que lo puede abarcar:
Tu recuerdo.

martes, 20 de julio de 2010

Ideas Compartidas

Somos dos carreteras
sin sentido, ni dirección,
prófugos en la inmensidad desértica
de la Patagonia.
Nuestro paisaje de fondo
es la soledad
y nuestro sentimiento
es el recuerdo de un pasado glorioso
que compartimos
y ya no está.
Vivimos refugiándonos
en el tiempo y el espacio.
Guardamos la nostalgia de algo
que no nos animamos a decir.
y la furia de querer manifestarlo.
Venimos de ningún lado
y vamos yendo hacia el porvenir.
Callando el pasado
y ansiosos por revivirlo.

Motivo

Me alisté para el viaje,
para dejar de estar
como lo han hecho tantos...
Y de pronto temí no ser
como algunos que dejaron de ser
como tantos que ya no son
porque no existen...
Y cuando estuve ahí,
en los puntos suspensivos de este verso que es vivir...
Te pensé y te quise a mi lado
como en tantos otros instantes...
Y de pronto poder ser
como habíamos sido
como tantas veces fuimos
porque somos.
Y pensé en vos
y soñé tu imagen

Y tu voz inició el verso de esta estrofa de mi vida.
Y escuché de sentido palpable
el susurro de tu voz.
Y estabas ahí...
como tantas veces
otra vez
como siempre.
Motivo suficiente, razón de ser.
Para no morir.

lunes, 5 de julio de 2010

Días Iguales

Languidecen los días, iguales,
vacíos de contenido.
Huecos.
Caen las hojas del calendario
arrastradas por su propio peso,
marchitas.
Mueren al instante
y es otro día en soledad.
Abrumado por la espera
de un futuro en borrador.
El reloj apunta el norte,
la brújula marca la hora de ayer,
el viento me despeina el alma
y se lleva al olvido los días pasados.
Hojas caídas, momentos no vividos.
Vida en suspensión,
en la existencia absurda
de seguir sin vos.

Pereza


Lento el día se asoma de su letargo
despereza las ramas caídas
con la tormenta de ayer.
Revolotean en mi alma las chispas
de las últimas estrellas heladas.
Y tu susurro
me hace señas desde el oleaje del recuerdo
que va indicando mi camino.
La templanza del día
intentará emular tu calidez.
Pero aún busco el refugio
que me ampare del tormento matinal.
Por más que trinen los tiempos
y benteveos.
No me quiero levantar.

La Plaza Gris

La plaza gris
y la desierta estampa del otoño.
Todo el ocre ha llovido
condenando al follaje a la intemperie.
Sólo gris entre mis ojos y el cielo
que ostenta una lluvia
que no ha de llegar.
Alzo los ojos,
lleno mis pulmones de este sur,
y te nombro...
Llueven los olvidos
como las últimas hojas
que aún se resisten al invierno.

lunes, 28 de junio de 2010

GOTAS DE CIELO

Llueven gotas de cielo
desde el fondo de tus ojos enlutados.
Chispas de estrellas, destellos de vida
que emerge del abismo de tu mirada.
Noticias como notas musicales
que resuenan campanadas de tu vientre.
Amor que se estanca en la penumbra
brotando la vida en semilla germinada.
Tambos de amor que se agiganta
ostentan tu estado a los demás.
Adentro el nido se prepara
al tiempo que madure estallará.
Serás madre nuevamente.
La vida,
 los días,
los sueños,
amor mío, una vez más.

¿Quién ha visto primaveras?

Quién ha visto primaveras
en tus ojos otoñales
Quién jugó con tus cabellos
dulce miel de mil panales

Fui colmando tu mirada
de suspiros contenida.
Acechando tu semblante
Flor de fuego enardecida.

Yo te he visto, compañera.
He mirado lo inmirable
tras tus ojos abismales.

Que reflejan en tus días
por las noches soledades
de tu alma y de tu vientre que es de madre.

jueves, 10 de junio de 2010

Mis Palabras

Golpean mis palabras en tu vientre
y mis ideas fecundan tus entrañas.
Un aroma a pan caliente
brota del compás de tu cabello.

Tu mirada se torna poesía
y tus manos acarician primaveras.
Mis suspiros se convierten en tu aliento
y tu forma, forma vida ahí adentro.

Hay sol, hay vida en el oscuro de tu cuerpo
hay fiesta en los rincones de mi pecho.
Lujuria del amor en carne viva

Esperanza de canciones en la noche.
Tus entrañas fecundaron mis ideas...
Y tu vientre ha golpeado mis palabras.

lunes, 31 de mayo de 2010

Odiseas

En derroteros sin tiempo de antiguas noches
llegando a tus orillas ignotas
me atraes cual sirena
con tus cantos que emergen de las olas que te cobijan.
Me acerco a tus profundidades abismales
de pie en la proa de mi barca, arma en mano.
Y te invado...
Te entregas a mí
siendo yo el que se rinde
temiendo tus encantos de mujer.
Es allí donde inicia la odisea
en que tornó nuestra aventura.
Sé que quieres atraparme
ahogándome en tus entrañas
y no dejarme nunca escapar.
Soy yo el argonauta de tu destino
aquel aventurero que llega a tus orillas
de regreso al lejano hogar.
Y tú:
maldita mujer del Egeo o del Hades
con tus cantos de miel me enamoras,
me acusas de invadirte en troyana conquista.
Y yo:
muriendo en tus profundidades oceánicas
huyo...
           ...y quiero regresar.

Mujer De Otro

Mujer de otro
Sucia de besos míos
como si fuera profano el amor.
Revueltos los cabellos recién peinados
por mi mano.
¡Qué bien te sienta el desaliño
que nadie notará!

Mujer ajena
Sucia con mi amor.
Ahogada con mis besos tu decencia.
Untada por completo
de caricias furtivas.
Del puente entre tus ojos y tus labios
saltó al vacío mi razón.

Mi sangre se mezcló con tu torrente
y otro río nació de mi vertiente.
Naufragando, en secreto,
lentamente...
mi delirio y tu honradez.

Mujer de otro...
sucia de besos míos.
Juntos hemos ...
                             ...profanado al amor.

Arrié tu bandera

Arrié tu bandera
frente a los acantilados
de mis costas urgentes.
Y me vestí de corsario
para que me veas.

Princesa en fuga.
Chispa de cañones.
En mi puerto, el muelle
aguarda.

Estamos iguales.
Sopesamos fuerzas
y estamos iguales.

¿Quién dará la primera estocada?
¿Quién cederá terreno...
Avanzando...
Conquistando?

Princesa en fuga.
Flor de otras tierras.
Patrona en comarcas lejanas
y tierra de mi próxima semilla.

No emprendas retirada
que el mar se angosta
en la estrechez de tu vientre.
No huyas de mi asedio.
Atraca en el puerto de mi pecho
y deja que te aborde
con la horda de mis besos.
Deja flamear mi bandera en tu nave
Y carga en tu bodega mis tesoros.

(Navegante clandestino.
Mi destino, tu pasión.)

La Tarde

Siento tu ternura allegarse a mi tierra,
Acechar la mirada de mis ojos, huir,
...Neruda...
La tarde caminaba,
con sus tintes anaranjados,
cerca de mi habitación.
Los pasos de mis ojos
alcanzaron el sendero de su mirada,
y con un gesto estival
la invité
a colonizar la destendida pradera
que se abría generosa
a mis ansias de establecerme.
Como un cometa
surcó la oscuridad del cuarto
llenándolo de luz divina.
El resplandor cegó mis ojos
y mi cuerpo la buscó,
a tientas.
Mis manos: arduamente
trabajaron en su extensión.
Sus pies: cosquillas
hicieron a mis pisadas.
Mi palabra habló en su lengua
y su boca conjugó mi idioma.
Mi ser transitó por sus caminos,
por sus montes, por sus selvas.
todo mi amor se derramó en su tierra,
como la lluvia,
que hace crecer la vida en los campos...
Así de simple,
como una breve tormenta de verano,
dulce, fecunda y natural...
La tarde se hizo noche. 

Otoño Floreciendo

Otoño floreciendo
semillas de otros tiempos.
Suspiros como hojas revoloteando
inundan el aire de fragancias nobles.
Terquedad de campanario
en miradas que se buscan.
Laberintos intricados de sentimientos
escondidos por las arenas del hastío.

Aquí te encuentro...
Envuelta en remolinos de amor.
Amarrada a mis ojos
como cautiva de mis sueños.
Destrozando muros de distancia
al solo impulso de tu aliento.
Maduran flores en la luz de tu sonrisa.

Aquí te alcanzo...
Y me aferro a tu cintura.
Iniciando el rito de morir...
                                        ... y volver a nacer.

Mujer

El espíritu de mis antepasados
se ha liberado dentro mío,
siento los chasquidos
de sus alas de cóndor
retumbar en mi interior.
Mujer de antigua raza:
En tus venas milenarias
corre la sangre
de mi familia ancestral.
Tu aparición me ha sacudido
aflojándome el follaje.
Poniendo a prueba
mi raíz.

Propósito

Navego clandestino, furtivo
en el abismo estelar
que se abre
entre tus ojos y los míos.
Y no sé
si armas tomar.

domingo, 30 de mayo de 2010

Aún Florecen

Aún florecen

tus párpados ante mis ojos,

más allá del paso del tiempo

que se empeña en desviar tu mirar.

“Y esa aguja en mi pecho”

y el desaire en tu mirada...

Me espera.

Se entrelazan todavía

los senderos mustios del jardín

y los pétalos marchitos

se van con el viento

de tu aliento sin el mío.

No te esperaba en la tardía primavera.

No quería saber de tu nombre...

Ni de tu vida,

ni de tu aliento...

Ni quise que el viento

trajera hasta mí

la maldición de tu aroma.

Ni que tus ojos me miraran.

Ni que te fueras otra vez.

Ternura de Cóndor


¿Y quién dice que no puedo ser un cóndor? ¿No ven mis alas extenderse, no ven este aspecto de ángel gris?¿Y quién dice que sí soy un cóndor?¿Puede alguien negar que vuelo?¿¡No lo ven, acaso están ciegos!? Y si soy un cóndor ¿quién puede negar mi ternura?

Acaso...

El más sanguinario ser es capaz de darla en el momento preciso.

Y si soy realmente un cóndor, y estas plumas blancas coronan mis manos...

¡Ya va siendo hora que eche a volar!